PROLOGO “Último baile”
Ahí estaba,
sentada, esperando a que la fiesta terminara, Ingrid, (Con su cabello largo y
ondulado suelto peinado con una trenza, una falda no muy corta de tela tipo
encaje color aqua, una blusa pegada que resaltaba su delgado cuerpo, y unos
zapatos de meter azules también, ella no usaba zapatillas muy seguido, por su
altura, y el maquillaje, ligero, ya que, no era uno de sus muchos hábitos) Una
chica normal de 16 años, la más chica de su
generación, se estaba graduando del primer grado de bachillerato.
Se
sentía mal, se alejaría de sus amigas, toda esa época se acabaría.
Y no
era solo eso, ella tenía la esperanza de ver… a una persona especial, su primer
amor, su primer beso, no su primer novio, pero… lo quería demasiado.
-No
importa- se dijo en sus pensamientos.-Comenzare mi vida de nuevo, vida genial,
¡Hola!- pensaba, tranquilamente. No le hacía caso a nada ni a nadie, ni a la
fuerte música.
-¡Ven a
bailar!- le dijeron su mejor amiga Sandra(Una joven de 16 años, chaparrita,
rellenita pero con mucho de todo en su lugar, cabello al brazo, suelto, un buen
maquillaje, y ropa, que se le adecuaba perfectamente a su cuerpo, además de
unos bellos tenis de botilla) y su amigo
Jonathan (Un poco afeminado, con un pantalón pegado, su cabello en rizos como
siempre con mucho gel y una playera que resaltaba su flaqueza), los dos, como
siempre rebosantes de confianza, contrario a su amiga.
-No
quiero.-dijo, mientras se cruzaba de brazos y hacia un puchero.
-¡Deja
de pensar en ese pervertido estúpido! ¡No volverá!- dijo Sandra.
-Coincido,
nunca me metí mucho en esa relación, pero…-dijo en tono burlón Jonathan.
-No
mientas Jonathan.-dijo Sandra mientras reía.
-Pero
no vale la pena que no disfrutes nuestra última fiesta de secundarianos.-dijo Jonathan
mientras reía descaradamente.
-¿Quién
dijo que estaba así por ese tonto? Los extrañaré demasiado.-dijo Ingrid suspirando.
-Y
nosotros a ti.-dijeron al unísono.
-Me
dejaron sola.- dijo la amiga más tierna del mundo, su nombre, Teresa.
-Estabas
con tu novio, no te hagas, disfruta tu último día junto a él.- dijo Ingrid, con
una sonrisa pícara.
-Los
amo.- dijo llorando Teresa.
-Sí, sí,
demasiada miel para mí, bailaré si tanto quieren que lo haga, tienen razón…
hay… que disfrutar esta fiesta.-dijo Ingrid tratando de parecer animada.
La
graduación paso sin contratiempos, muchos lloriqueos, diplomas, duras
despedidas, nada fuera de lo común.
¿La
vida de Ingrid cambiará para bien? ¿O para mal?